Francois-Boucher (1703-1770)
"El Almuerzo" (1739)
….La cuna de la Ilustración se situó en Francia y es allí
donde tendrá la mayor importancia.
La Ilustración francesa tiene un gran contenido
político. Su filosofía política está basada en el Derecho Natural o derecho que
tienen todos los hombres a la vida, la libertad y la propiedad. La misión
del Estado será defender los derechos del hombre, garantizar su libertad, su
seguridad y su propiedad; por tanto el Estado debe ser representativo y
liberal. Los políticos ilustrados se oponen al absolutismo monárquico y quieren
para Francia un régimen que esté basado en la igualdad y en la libertad.
Los principales teóricos políticos de la Ilustración
francesa son:
Se llamaba Carlos de Secondat, barón de
Montesquieu, y era por lo tanto monárquico, pero monárquico enamorado del
parlamentarismo inglés.
Fue presidente del parlamento de Burdeos, satirizó
las viejas ideas y los defectos sociales y políticos de Francia en su obra
“Cartas persas” (1721), cuya resonancia fue extraordinaria. También tuvo
gran difusión “Consideraciones sobre la grandeza y la decadencia de los
romanos” (1734). Pero la obra triunfal y que abrió profunda brecha en las
concepciones políticas dominantes en Francia, fue “El Espíritu de las Leyes”
(1748), hasta el punto que se toma esta obra y fecha como punto de
arranque de la victoria intelectual de la Ilustración y cifra representativa de
una generación histórica. En su célebre obra preconizó una nueva estructura del
Estado, basada en un equilibrio de poderes.
Charles
Louis de Secondat, barón de Montesquieu (1689-1785), el primer
gran "philosophe" de la Ilustración
En ella defiende, que, conservando el rey
el poder ejecutivo, el legislativo recaería en una asamblea
representativa del país (como el parlamento inglés), y el judicial,
detentado por magistrados o parlamentos (en Francia, tribunales), absolutamente
independientes en sus sentencias, del rey y del Parlamento. Así pues, es
partidario de que el Estado quedara dividido y es el difusor de las ideas
parlamentarias inglesas y la fuente donde bebieron las promociones
revolucionarias.
La división de poderes que éste preconizaba,
pugnaba totalmente con la organización de la monarquía absoluta francesa. Su
obra fue completada desde otro punto de vista, por Voltaire. Ambos
fueron los ídolos de la generación que consolidó y desarrolló el triunfo del
pensamiento ilustrado en Francia.
Escritor brillante y superficial, entregado a la
vida y al placer, cautivo de la misma facilidad de su pluma, que esgrimió como
campeón de la tolerancia y la libertad espiritual. Fue a partir de su obra “
“Le siécle de Louis XIV” (1751), cuando se convirtió en adalid de la
lucha general contra toda autoridad. Muy influenciado por del movimiento
filosófico inglés, en particular de Locke y los deistas, Voltaire popularizó
sus principios fundamentales valiéndose de una pluma terriblemente
mordaz, cáustica y agresiva. Su lucha se desarrolló en dos planos
distintos: uno público y otro, secreto.
Francois-Marie Arouet conocido como Voltaire (1694-1778)
En el primero, además de la obra ya mencionada,
figuran “Essai sur les moeurs et l’esprit des nations (1756), un trabajo hecho
a la medida de la burguesía de que procedía, una filosofía laica de la
Historia, y el “Dictionnaire philosophique”, de un lado el proceso claro de los
abusos que perdieron al Antiguo Régimen y, de otro, la explicación
exhaustiva del argumento del predominio absoluto de la razón sobre cualquier
pasión o entusiasmo personal. En el segundo plano se sitúan unos dos centenares
de folletos, opúsculos y hojas volantes.
En este último aspecto, amparándose en el
anonimato, la obra de Voltaire, fue implacablemente destructora de los grandes
principios sociales de la época, sobre todo de la religión cristiana. Enemigo
de la Iglesia, fue coreado por cuantos enciclopedistas se habían dejado ganar
por las corrientes deístas o naturalistas procedentes de Inglaterra. Cada día
más radical en sus violentas campañas y cada día más leído por un público que
gustaba de su fácil prosa.
Es el primer pensador auténticamente democrático
de la historia de Europa.
Su primera obra, publicada en 1749, causó enorme
impresión, pues en ella se atacaba una de las tesis fundamentales que
defendían los ilustrados; los filósofos de la ilustración pensaban que los
importantes adelantos científicos y técnicos que se estaban verificando en
aquella época, no sólo mejoraban al hombre materialmente, sino también
moralmente; es decir, que a medida que se progresaba en la ciencia y en
la técnica, el hombre se iba haciendo cada vez más bueno.. Frente a esto,
Rouseau señalaba que a civilización, en lugar de mejorar al hombre, lo que
hacía era corromperlo, porque la sociedad estaba estructurada de forma injusta;
por tanto, si se quería mejorar al hombre, antes había que mejorar a la
sociedad.
Jean-Jacques
Rousseau (1712-1778). Retrato
de M. Quentin de La Tour
La obra más importante de este autor es “El
Contrato Social” (1762). En ésta, el autor dice que los hombres al aparecer
sobre la tierra, se hallan en lo que se llama “Estado de Naturaleza”, que se
caracteriza porque todavía no existe ningún gobierno, no hay leyes, no hay
autoridad y no se ha formado aún ningún tipo de organización social o política;
se trata por tanto de un estado de absoluta libertad, donde cada hombre hace lo
que quiere y no tiene que dar a nadie cuenta de sus actos.
Pero llega el momento en que los hombres se dan
cuenta que para defender mejor su vida, su libertad y su propiedad deben
agruparse y elegir a alguien para que los gobierne. Así aparece el Estado.
El Estado nace, por tanto, de un acuerdo libre
entre los hombres que se han unido para designar al gobernante. Como el
gobernante ha sido elegido por el pueblo, en cualquier momento, cuando el
pueblo quiera, puede cambiarlo por otro. Al mismo tiempo, la misión de
los gobernantes es cumplir siempre la voluntad popular.
La voluntad popular es la voluntad de la mayoría,
y esta se averigua a través de elecciones, en las que votan todos los
ciudadanos.