viernes, 13 de febrero de 2015

Costumbres Francesas


Francia posee gran cantidad de costumbres, muchas de ellas muy antiguas y que han pasado de generación en generación de forma inalterable siendo distintivas de este pueblo, entre ellas podemos destacar:
       Familia: Francia es un país donde los lazos familiares continúan siendo muy fuertes pero con algunos cambios que ha traído la vida moderna como el hecho de familias más pequeñas, cuyos hijos dejan el hogar paterno ni bien terminan la escuela.
       Comidas: Para los franceses la cocina es un verdadero arte y su gastronomía es reconocida a nivel mundial. Su extensa tradición culinaria se remonta a la edad media naciendo en esa época los primeros libros de cocina.
En cuanto al almuerzo, hoy se distingue por ser una comida ligera y en París es costumbre tomarlo a las 13 horas.
Los franceses gustan de comer fuera de casa con frecuencia y la mayoría de los restaurantes tienen un menú con un valor fijo. Siendo costumbre el elegir este tipo de menú a menos que se trate de algún festejo especial.
       El saludo: Suele ser siempre con un apretón de manos firme y entre amigos y familiares es común besarse en la mejilla. Y el saludo se acompaña siempre con el nombre de la persona y en caso de no ser conocida la persona se utiliza el señor o señora y también su título profesional.
       El café: Las cafeterías suelen ser el centro de la vida social que se reserva para los fines de semana.
       Las visitas: Los franceses gustan de guardar las formalidades y por ello antes de ir de visita a la casa de otra persona se lo anuncia previamente. Al anfitrión es costumbre obsequiarle una botella de vino y es muy importante felicitarlo por la comida, siendo ésta un motivo de orgullo.
       Deportes: Los más populares son el fútbol y el rugby, como también la carrera ciclista muy famosa denominada el Tour de France.

       El idioma: Es costumbre para los franceses no responder cuando se les habla en otro idioma ya que aprecian más cuando un visitante trata de hablar su idioma a pesar que no lo haga correctamente.

Filosofía Francesa

Francois-Boucher (1703-1770)
"El Almuerzo" (1739)
….La cuna de la Ilustración se situó en Francia y es allí donde tendrá la mayor importancia. 
La Ilustración francesa tiene un gran contenido político. Su filosofía política está basada en el Derecho Natural o derecho que tienen todos los hombres a la vida, la libertad y la propiedad. La  misión del Estado será defender los derechos del hombre, garantizar su libertad, su seguridad y su propiedad; por tanto el Estado  debe ser representativo y liberal. Los políticos ilustrados se oponen al absolutismo monárquico y quieren para Francia un régimen que esté basado en la igualdad y en la libertad.
Los principales teóricos  políticos de la Ilustración francesa son:




Rousseau   .
MONTESQUIEU
Se llamaba Carlos de Secondat, barón de Montesquieu, y era por lo tanto monárquico, pero monárquico enamorado del parlamentarismo inglés.
Fue presidente del parlamento de Burdeos, satirizó las viejas ideas y los defectos sociales y políticos de Francia en su obra “Cartas persas” (1721), cuya resonancia fue extraordinaria.  También tuvo gran difusión “Consideraciones sobre la grandeza y la decadencia de los romanos” (1734). Pero la  obra triunfal y que abrió profunda brecha en las concepciones políticas dominantes en Francia, fue “El Espíritu de las Leyes” (1748), hasta el punto que se toma esta obra y fecha  como punto de arranque de la victoria intelectual de la Ilustración y cifra representativa de una generación histórica. En su célebre obra preconizó una nueva estructura del Estado, basada en un equilibrio de poderes.




Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu (1689-1785), el primer gran "philosophe" de la Ilustración


En ella defiende, que, conservando el rey  el  poder ejecutivo, el legislativo recaería en una asamblea representativa del país (como el parlamento inglés),  y el judicial, detentado por magistrados o parlamentos (en Francia, tribunales), absolutamente independientes en sus sentencias, del rey y del Parlamento. Así pues, es partidario de que el Estado quedara dividido y es el difusor de las ideas parlamentarias inglesas y la fuente donde bebieron las promociones revolucionarias. 
La división de poderes que éste preconizaba, pugnaba totalmente con la organización de la monarquía absoluta francesa. Su obra fue completada  desde otro punto de vista, por  Voltaire. Ambos fueron los ídolos de la generación que consolidó y desarrolló el triunfo del pensamiento ilustrado en Francia.

VOLTAIRE
Escritor brillante y superficial, entregado a la vida y al placer, cautivo de la misma facilidad de su pluma, que esgrimió como campeón de la tolerancia y la libertad espiritual. Fue a partir de su obra “ “Le siécle de Louis XIV” (1751), cuando se convirtió en  adalid de la lucha general contra toda autoridad. Muy influenciado por del movimiento filosófico inglés, en particular de Locke y los deistas, Voltaire popularizó sus principios fundamentales  valiéndose de una pluma terriblemente mordaz, cáustica y agresiva. Su lucha se desarrolló en  dos planos distintos: uno público y otro, secreto.




Francois-Marie Arouet conocido como Voltaire (1694-1778)
En el primero, además de la obra ya mencionada, figuran “Essai sur les moeurs et l’esprit des nations (1756), un trabajo hecho a la medida de la burguesía  de que procedía, una filosofía laica de la Historia, y el “Dictionnaire philosophique”, de un lado el proceso claro de los abusos que perdieron al Antiguo Régimen y, de otro,  la  explicación exhaustiva del argumento del predominio absoluto de la razón sobre cualquier pasión o entusiasmo personal. En el segundo plano se sitúan unos dos centenares de folletos, opúsculos y hojas volantes. 
En este último aspecto, amparándose en el anonimato, la obra de Voltaire, fue implacablemente destructora de los grandes principios sociales de la época, sobre todo de la religión cristiana. Enemigo de la Iglesia, fue coreado por cuantos enciclopedistas se habían dejado ganar por las corrientes deístas o naturalistas procedentes de Inglaterra. Cada día más radical en sus violentas campañas y cada día más leído por un público que gustaba de su fácil prosa.

ROUSSEAU
Es el primer pensador auténticamente democrático de la historia de Europa.
Su primera obra, publicada en 1749, causó enorme impresión, pues en ella se atacaba una de las tesis fundamentales  que defendían los ilustrados; los filósofos de la ilustración pensaban que los importantes adelantos científicos y técnicos que se estaban verificando en aquella época, no sólo mejoraban al hombre materialmente, sino también moralmente; es decir,  que a medida que se progresaba en la ciencia y en la técnica, el hombre se iba haciendo cada vez más bueno.. Frente a esto, Rouseau señalaba que a civilización, en lugar de mejorar al hombre, lo que hacía era corromperlo, porque la sociedad estaba estructurada de forma injusta; por tanto, si se quería mejorar al hombre, antes había que mejorar a la sociedad.
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Retrato de M. Quentin de La Tour
La obra más importante de este autor es “El Contrato Social” (1762). En ésta, el autor dice que los hombres al aparecer sobre la tierra, se hallan en lo que se llama “Estado de Naturaleza”, que se caracteriza porque todavía no existe ningún gobierno, no hay leyes, no hay autoridad y no se ha formado aún ningún tipo de organización social o política; se trata por tanto de un estado de absoluta libertad, donde cada hombre hace lo que quiere y no tiene que dar a nadie cuenta de sus actos.
Pero llega el momento en que los hombres se dan cuenta que para defender mejor su vida, su libertad y su propiedad deben agruparse y elegir a alguien para que los gobierne. Así  aparece el Estado. 
El Estado nace, por tanto, de un acuerdo libre entre los hombres que se han unido para designar al gobernante. Como el gobernante ha sido elegido por el pueblo, en cualquier momento, cuando el pueblo quiera,  puede cambiarlo por otro. Al mismo tiempo, la misión de los gobernantes es cumplir siempre la voluntad popular.
La voluntad popular es la voluntad de la mayoría, y esta se averigua a través de elecciones, en las que votan todos los ciudadanos.






Economía Francesa



                                                             
Una economía de servicios
País pequeño en tamaño, pero Francia es una potencia económica mundial y puede jactarse de ser además el primer destino turístico del mundo. En 2004, unos 75 millones de visitantes exploraron el país. No sorprende que Francia tenga ante todo una economía de servicio. Con el 72% del empleo, el sector servicio le lleva una gran ventaja al sector primario (agricultura y pesca, 4%) y al de la industria (24%).

Siendo la sexta potencia económica mundial, por detrás de los Estados Unidos, Japón, Alemania, China y Gran Bretaña, Francia sólo llega al 16º puesto mundial en términos de PIB por habitante, un poco por debajo de la media europea.


El Euro, moneda única

El coste de la vida sigue siendo razonable
A pesar de una tasa de desempleo todavía elevada (7,7% en octubre de 2006) y difícil de combatir, Francia sigue siendo un país rico donde la tasa de pobreza ha bajado un 60% en estos últimos treinta años. La renta media mensual fue de 1500 euros en 2006. Haciendo la relación entre la renta y los precios de consumo, el coste de la vida es comparable al de los otros países del oeste de Europa. No obstante, habría que apuntar que la vida en París cuesta entre un 10 y un 20% más cara que en zonas rurales.
Algunos ejemplos de precios...
Barra de pan: entre 70 y 90 céntimos de euro
Bocadillo: entre 3 y 5 euros
Botella de agua mineral: 1 euro
Botellín de refresco: 1,50 euros
Una hora en un ciber-café: al rededor de 3 euros
Periódico diario nacional: entre 1 y 2 euros
Desayuno en un restaurante: 15 euros
Tarjeta telefónica internacional: a partir de 8 euros
Ticket de metro: 1,40 euros
                            

miércoles, 4 de febrero de 2015

Clima de Francia

Oceánico, continental, montañoso o mediterráneo, el clima de Francia es globalmente templado y varía al mismo tiempo de oeste a este y, sobre todo, al norte y al sur del Loira.
Durante todo el año, Francia disfruta de temperaturas clementes: ni demasiado frías, ni demasiado calientes. Son habituales también las precipitaciones abundantes y una insolación generosa. Cada región tiene, por supuesto, sus particularidades climáticas: más frescas y húmedas al norte y al oeste; más cálidas y secas alrededor del Mediterráneo.
En invierno, las nevadas en los macizos montañosos son la alegría de los amantes de los deportes de invierno. En las llanuras, la nieve es más escasa y cae esencialmente al norte del Loira. Y muy raramente en París.
En primavera, el termómetro supera pronto los 20° en el sur. En Niza o Cannes aparecen los primeros bañistas. Y a partir de mayo, todo el país va en camiseta. Los días se alargan, llega el momento de las primeras escapadas al campo y los aperitivos en las terrazas.
El verano es cálido y tranquilo. El sol brilla en todo el país. Hay para todos los gustos: a menudo Ajaccio o Marsella alcanzan los 30 °C y Brest o Deauville se mantienen sobre los 25 °C. Se broncean las pieles y se llenan las playas. Llega el momento de las grandes excursiones a la montaña y los paseos para descubrir las regiones de Francia.

En otoño regresa la lluvia, y el tiempo se vuelve más fresco a medida que se acerca la Navidad. En todo el país los árboles enarbolan nuevos colores. Los paseantes salen un poco más abrigados y se acortan los días.

Geografía

La geografía de Francia tiene una importante diferenciación en lo que se refiere a que las montañas con mayor elevación están ubicadas al norte por los Pirineos, y los Alpes, mientras que los de más suave altura se encuentran en el Macizo Central, y al norte de los Pirineos, llegando a los puntos extremos en su elevación en el delta del río Ródano, en la región de las Bocas del Ródano, la cual está por dos metros por debajo del nivel del mar, mientras que los puntos más altos están en el Mont Blanc con 4.807 m.


Tiene bastantes ríos Los principales son Loira, Garona, Dordoña, que desembocan en el golfo de Vizcaya, el Sena que desemboca en el canal de la Mancha, y el Ródano, con su afluente el Saona que desemboca en el Mediterráneo.


Población

Francia cerró 2013 con una población de 65.820.916 personas, lo que supone un incremento de 242.097 habitantes respecto a 2012, en el que la población fue de 65.578.819 personas.

La población femenina es mayoritaria, con 34.060.652 mujeres, lo que supone el 51.74% del total, frente a los 31.967.815 hombres que son el 48.56%.

La cifra de población aumento, aproximadamente, unos 20 millones desde 1960 hasta 2010. Como se señala en la tabla adjunta.

En 2013 nacieron en Francia 810.820 niños de los cuales 420.806, el 51.89%, fueron varones y 401.038, el 49.46%, mujeres. Aunque sigue habiendo más mujeres que varones. En 2013 nacieron 11.024 niños menos que en 2012, con lo que el número de nacimientos ha bajado un 1.34%