miércoles, 4 de febrero de 2015

Clima de Francia

Oceánico, continental, montañoso o mediterráneo, el clima de Francia es globalmente templado y varía al mismo tiempo de oeste a este y, sobre todo, al norte y al sur del Loira.
Durante todo el año, Francia disfruta de temperaturas clementes: ni demasiado frías, ni demasiado calientes. Son habituales también las precipitaciones abundantes y una insolación generosa. Cada región tiene, por supuesto, sus particularidades climáticas: más frescas y húmedas al norte y al oeste; más cálidas y secas alrededor del Mediterráneo.
En invierno, las nevadas en los macizos montañosos son la alegría de los amantes de los deportes de invierno. En las llanuras, la nieve es más escasa y cae esencialmente al norte del Loira. Y muy raramente en París.
En primavera, el termómetro supera pronto los 20° en el sur. En Niza o Cannes aparecen los primeros bañistas. Y a partir de mayo, todo el país va en camiseta. Los días se alargan, llega el momento de las primeras escapadas al campo y los aperitivos en las terrazas.
El verano es cálido y tranquilo. El sol brilla en todo el país. Hay para todos los gustos: a menudo Ajaccio o Marsella alcanzan los 30 °C y Brest o Deauville se mantienen sobre los 25 °C. Se broncean las pieles y se llenan las playas. Llega el momento de las grandes excursiones a la montaña y los paseos para descubrir las regiones de Francia.

En otoño regresa la lluvia, y el tiempo se vuelve más fresco a medida que se acerca la Navidad. En todo el país los árboles enarbolan nuevos colores. Los paseantes salen un poco más abrigados y se acortan los días.

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