Una economía de servicios
País pequeño en
tamaño, pero Francia es una potencia económica mundial y puede jactarse de ser
además el primer destino turístico del mundo. En 2004, unos 75 millones de
visitantes exploraron el país. No sorprende que Francia tenga ante todo una
economía de servicio. Con el 72% del empleo, el sector servicio le lleva una
gran ventaja al sector primario (agricultura y pesca, 4%) y al de la industria
(24%).
Siendo la sexta
potencia económica mundial, por detrás de los Estados Unidos, Japón, Alemania,
China y Gran Bretaña, Francia sólo llega al 16º puesto mundial en términos de
PIB por habitante, un poco por debajo de la media europea.
El Euro, moneda
única
El coste de la vida
sigue siendo razonable
A pesar de una tasa
de desempleo todavía elevada (7,7% en octubre de 2006) y difícil de combatir,
Francia sigue siendo un país rico donde la tasa de pobreza ha bajado un 60% en
estos últimos treinta años. La renta media mensual fue de 1500 euros en 2006.
Haciendo la relación entre la renta y los precios de consumo, el coste de la
vida es comparable al de los otros países del oeste de Europa. No obstante,
habría que apuntar que la vida en París cuesta entre un 10 y un 20% más cara
que en zonas rurales.
Algunos ejemplos de
precios...
Barra de pan: entre 70 y 90 céntimos de
euro
Bocadillo: entre 3 y 5 euros
Botella de agua mineral: 1 euro
Botellín de refresco: 1,50 euros
Una hora en un ciber-café: al rededor de 3
euros
Periódico diario nacional: entre 1 y 2
euros
Desayuno en un restaurante: 15 euros
Tarjeta telefónica internacional: a partir
de 8 euros
Ticket de metro: 1,40 euros
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